La investigación ha generado duras críticas entre otros expertos que se muestran altamente escépticos sobre sus métodos y hallazgos.
Sin embargo, el investigador Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, y su equipo, afirman que las ratas alimentadas con una dieta que contenía NK603 (una variedad de semillas modificadas genéticamente para tolerar las dosis del herbicida Roundup) o a las que se dio agua que contenía niveles de este producto químico permitido en EE.UU. murieron antes que las que siguieron una dieta sin estos elementos.
Además, los animales bajo dieta genéticamente modificada sufrieron tumores mamarios y daños severos en hígados y riñones, constata el estudio, publicado en la revista 'Food and Chemical Toxicology'.
"Es la primera vez que se analiza el impacto sobre la salud de un alimento genéticamente modificado y un pesticida, más allá de los de la industria. Los resultados son alarmantes", dijo Séralini a la agencia AFP.
Monsanto, la mayor productora de semillas transgénicas del mundo, todavía no ha hecho comentarios respecto a la publicación. No obstante, en el pasado ha reiterado que sus productos son seguros y que no suponen ningún riesgo para la salud de los seres humanos ni de los animales.