Los dos potentes sismos registrados en el océano Índico el 11 abril del 2012 podrían haber sido la señal que demarca la última etapa de la formación de un nuevo límite entre placas litosféricas, según tres artículos publicados en la revista 'Nature'.
A juicio de Keith Koper, de la Universidad Sismológica de Utah, el “estrés” geológico que está fragmentando la placa Indo-Australiana desencadenó los terremotos de 8,6 y 8,2 grados en la escala de Richter, que se registraron a lo largo de múltiples fallas (fenómeno cuando dos placas chocan y se desplazan).
“Es un proceso geológico que llevará millones de años hasta que se forme
la nueva frontera y, probablemente, requerirá miles de terremotos de
similares magnitudes para que eso suceda", subrayó Koper, co-autor de uno de los textos.
Hace casi diez millones de años, la placa Indo-Australiana comenzó a escindirse en dos o incluso tres pedazos, un lento proceso geológico que los sismólogos ya conocían. Esta ruptura podría haber causado el terremoto de 9,2 grados en diciembre de 2004 y el consiguiente tsunami que se cobró 228.000 víctimas en el sudeste asiático.
La hipótesis sobre la destrucción de la placa Indo-Australiana surgió en
los años 80 del siglo pasado y el sismo del 11 de abril fue la prueba más
evidente, señala Matthias Delescluse, autor del primero de los
artículos que recoge 'Nature'.
"Ahora nos damos cuenta de que la deformación de la placa entre ambos países [India y Australia] puede originar terremotos monstruosos de una magnitud nunca antes registrada", explicó Delescluse.