El mayor resplandor generado por un estallido cósmico del que hay constancia se produjo en la constelación de Lupus, donde se localizó la supernova SN 1006. El resplandor que generó deslumbró a nuestro planeta el 1 de mayo del año 1006.
Fue el primer fenómeno de este tipo registrado por numerosas fuentes, entre ellas de China, el mundo árabe y Occidente. Según testigos, aquella noche había tanta luz que se podía leer un libro y por la tarde los objetos proyectaban una segunda sombra.
Imagen: NASA
Ahora los astrónomos del observatorio Paranal en Chile han arrojado luz sobre las circunstancias que rodearon esta muerte espacial, que suele producirse cuando dos estrellas colisionan o se acercan a una distancia suficiente como para desestabilizarse la una a la otra.
Los científicos analizaron la zona de la explosión de SN 1006 y no encontraron restos de estrellas a una distancia de 16,5 años luz del lugar del estallido.
Eso significa que el 'suicidio' de la estrella se produjo por su propia gravitación, al llegar a un punto en que no pudo soportar su propia masa y explotó generando un resplandor millones veces más fuerte que el brillo de nuestro sol.