El dispositivo denominado 'ritmocardiógrafo' mide los períodos entre los latidos del corazón a través de electrodos que se ponen en el tórax de una persona. Después de que los datos obtenidos se analizan con un programa digital especial. A partir de esa información, que es más precisa, los médicos son capaces de pronosticar una enfermedad cardiovascular antes de que se produzcan los cambios irreparables.
"El 'ritmocardiógrafo' permite revelar una cardiopatía isquémica y todas sus formas, como ataque cardíaco, arritmia grave, insuficiencia cardíaca, cardioesclerosis, síndrome coronario agudo. Podemos encontrar esas patologías, por las cuales muere la población en todos los países del mundo, muy temprano lo que da tiempo para que sea realizado el tratamiento necesario", explicó Tatyana Mironova, una de las creadoras del aparato.
Según los desarrolladores, el dispositivo puede ser utilizado no solo en cardiología, sino en diferentes ramas de la medicina. Ellos vinieron probando la efectividad del invento y mejorándolo desde hace más de 10 años. Durante ese tiempo, cerca de 60.000 personas con raras enfermedades de corazón pasaron el examen y se logró determinar qué tipo de trastorno tenían.
Las enfermedades cardiovasculares, al igual que el cáncer y la diabetes, siguen siendo las principales causas de muerte en todo el mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esos trastornos se cobran 17,5 millones de vidas al año en el mundo. Los mayores factores de riesgo son la mala alimentación, falta de actividad física, estrés y tabaquismo.