Ciencias
Competición “interestatal” de teleportación cuántica cambiará al mundo
Desde que en 1993 el investigador de IBM, Charles Bennet, confirmó que el estado cuántico de un objeto, es decir, su estructura más elemental, podía en teoría ser teletransportada, en el mundo se ha desplegado una intensa lucha por desarrollar esta tecnología.
Varios países del mundo invierten millones en la tecnología que usará satélites espaciales para trasmitir la información cuántica digitalizada, capaz de cambiar profundamente la comunicación a nivel global.
Antes que nada, destaca la seguridad que proporciona. La teletransportación cuántica dará un fuerte impulso al desarrollo de la criptografía y los ordenadores cuánticos, así como para nuevos sistemas de telecomunicaciones capaces de obtener la transmisión instantánea de datos. Algo con que sueñan los servicios secretos de todo el mundo, por la sencilla razón de que estos canales de comunicación serán 100% resistentes a escuchas y piratas informáticos.
Desde el mismo inicio se concibió, sobre la base de las leyes de una física cuántica que una sustancia muy pequeña podía ser transportada de un lugar a otro sin moverse de su posición original. Se trata de no transportar la materia sino la estructura de un objeto. El método reside en separar una párticula subatómica de su estado cuántico.
“Una vez alterado el estado de una partícula, se podrá recrear esta partícula en su copia remota”, afirmó Charles Bennet, científico que trabajó para IBM, y autor de la teoría de teletransportación (o teleportación) cuántica.
Desde que se descubrió la posibilidad de estos trucos, científicos de varios países realizaron exitosos experimentos, cada vez alargando la distancia de teleportación de partículas. Este año dos equipos: uno de China y otro internacional integrado por científicos de Austria, Canadá, Alemania y Noruega han logrado transferir propiedades físicas de una partícula de luz (fotón) vía rayo láser a 97 y 143 kilómetros respectivamente. O sea, mucho más allá del anterior récord de 16 kilómetros, establecido por un equipo chino en 2010.
Los fotones en física moderna son partículas elementales portadoras de todas las formas de radiación electromagnética. Tienen una masa invariante cero y son capaces de existir solo moviéndose con la velocidad de la luz.
La tecnología que desarrollaron incluye dos lazos ópticos, uno convencional y otro cuántico, fuentes gemelas de fotones entrelazados no correlacionadas con frecuencia y detectores de fotones individuales de niveles ultra bajos de ruido.
Con estos logros, varios científicos ya piensan en la etapa siguiente: la de canalizar la información en partículas desde un satélite orbital a la Tierra.
De plasmarse, esta tecnología permitirá a los espías transmitir grandes volúmenes informativos o desarrollar una codificación que no se podría 'hackear'.
De ser desarrollados computadores 'cuánticos', que serán mucho más potentes y pequeños, harán falta “teleportadores” cuánticos para unirlos en una versión “cuántica” de Internet.
China planea lanzar un satélite con un teleportador experimental de este tipo en 2016, mientras que las agencias espaciales de Europa, Japón y Canadá también esperan poner en marcha sus propios proyectos de teleportación vía satélite en los próximos años. Es de notar que EE.UU. va detrás de la locomotora por razones burocráticas, ya que dejaron estos experimentos sin apoyo estatal en 2008.
Antes que nada, destaca la seguridad que proporciona. La teletransportación cuántica dará un fuerte impulso al desarrollo de la criptografía y los ordenadores cuánticos, así como para nuevos sistemas de telecomunicaciones capaces de obtener la transmisión instantánea de datos. Algo con que sueñan los servicios secretos de todo el mundo, por la sencilla razón de que estos canales de comunicación serán 100% resistentes a escuchas y piratas informáticos.
¿Cómo funciona?
Desde el mismo inicio se concibió, sobre la base de las leyes de una física cuántica que una sustancia muy pequeña podía ser transportada de un lugar a otro sin moverse de su posición original. Se trata de no transportar la materia sino la estructura de un objeto. El método reside en separar una párticula subatómica de su estado cuántico.
“Una vez alterado el estado de una partícula, se podrá recrear esta partícula en su copia remota”, afirmó Charles Bennet, científico que trabajó para IBM, y autor de la teoría de teletransportación (o teleportación) cuántica.
Desde que se descubrió la posibilidad de estos trucos, científicos de varios países realizaron exitosos experimentos, cada vez alargando la distancia de teleportación de partículas. Este año dos equipos: uno de China y otro internacional integrado por científicos de Austria, Canadá, Alemania y Noruega han logrado transferir propiedades físicas de una partícula de luz (fotón) vía rayo láser a 97 y 143 kilómetros respectivamente. O sea, mucho más allá del anterior récord de 16 kilómetros, establecido por un equipo chino en 2010.
Los fotones en física moderna son partículas elementales portadoras de todas las formas de radiación electromagnética. Tienen una masa invariante cero y son capaces de existir solo moviéndose con la velocidad de la luz.
La tecnología que desarrollaron incluye dos lazos ópticos, uno convencional y otro cuántico, fuentes gemelas de fotones entrelazados no correlacionadas con frecuencia y detectores de fotones individuales de niveles ultra bajos de ruido.
Con estos logros, varios científicos ya piensan en la etapa siguiente: la de canalizar la información en partículas desde un satélite orbital a la Tierra.
¿Un nuevo y seguro Internet?
De plasmarse, esta tecnología permitirá a los espías transmitir grandes volúmenes informativos o desarrollar una codificación que no se podría 'hackear'.
De ser desarrollados computadores 'cuánticos', que serán mucho más potentes y pequeños, harán falta “teleportadores” cuánticos para unirlos en una versión “cuántica” de Internet.
China planea lanzar un satélite con un teleportador experimental de este tipo en 2016, mientras que las agencias espaciales de Europa, Japón y Canadá también esperan poner en marcha sus propios proyectos de teleportación vía satélite en los próximos años. Es de notar que EE.UU. va detrás de la locomotora por razones burocráticas, ya que dejaron estos experimentos sin apoyo estatal en 2008.
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