Para obtener dicha 'obra maestra', los 40 participantes del proyecto, realizado por la cadena Ibis, tendrán que compartir su habitación no solo con uno, sino con dos robots a la vez.
Es que la primera máquina es el pintor automatizado, que está armado con un lienzo, un pincel y pinturas. Y el segundo robot es una cama especial llena de sensores que retransmiten los movimientos, la temperatura del cuerpo, la presión y el sonido que produce una persona cuando duerme.
Al recibir todos estos datos, los robots artistas, que acompañarán viajeros de Berlín, París y Londres, pintan un cuadro compuesto de líneas inspiradas por el sueño de una persona. Se supone que el estilo y el carácter de la obra dependerán del sueño. Así por ejemplo, uno profundo y tranquilo mostrará líneas simples y suaves, mientras si el viajero da muchas vueltas, la obra sería un poco más caótica.