Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard colocó la información sobre los movimientos de 15 millones de kenianos durante un año en el mapa de la incidencia de la malaria en ese país durante el mismo período. La información sobre estos kenianos se recolectó gracias al teléfono móvil. Por primera vez, se encontró evidencia de que el factor clave en la propagación de la infección no es el incremento local de la población de mosquitos, portadores de la enfermedad, sino el comportamiento de las personas potencialmente infectadas.
Durante el estudio, los investigadores tuvieron acceso a los registros del proveedor nacional de comunicaciones móviles de Kenia, lo que les permitió rastrear la información detallada sobre la ubicación de cada uno de los 15 millones de propietarios de teléfonos celulares, lo que representa más de un tercio de la población del país.
Se registraba la ubicación del dueño del teléfono, incluso el movimiento por el país y la duración de cada viaje. De acuerdo con el mapa de la incidencia de la malaria por región, se estimaba la probabilidad de infección de cada individuo y la probabilidad de ser infectado al visitar diferentes regiones. A partir de esta información, crearon un mapa de los movimientos de la malaria entre las regiones.
El análisis de los datos obtenidos permitió explicar, en particular, por qué es tan alta la incidencia de la malaria en la región montañosa de Kenia, en el oeste, y en los suburbios de Nairobi, la capital del país, donde relativamente habita poca cantidad de los mosquitos portadores de enfermedad. Resultó que esto sucede porque a estas regiones suele llegar mucha gente desde las áreas del país con alta concentración de mosquitos infectados por parásito de la malaria.
En general, los habitantes de las regiones con una alta incidencia de la malaria, que es aproximadamente el 10% de Kenia, durante el año realizaron más viajes que el 90% restante.
Los resultados del estudio, llevado a cabo entre el junio de 2008 y junio de 2009, cambian el método de las medidas antiepidémicas, indican los autores. La investigación se publicó en la revista 'Science'.