Un equipo de científicos ha estudiado los fósiles de pandas gigantes en Chongqing, en el suroeste de China, en las zonas donde vivieron pueblos antiguos. Según ellos, las poblaciones de pandas se vieron reducidas debido a que los hombres los cazaban.
"En la época primitiva, el hombre no mataba a animales que eran inútiles para ellos", explica Wei Guangbiao, director del Instituto de Paleoantropología en el Museo Chongqing, en China. El experto subraya que estas especies en aquella época no eran gigantes, aunque eran los antepasados directos de los pandas gigantes que viven en la actualidad.
Wei explica que hace miles de años las altas montañas en Chongqing fueron el hábitat de los pandas salvajes que, más tarde emigraron a otras áreas, incluyendo la vecina provincia de Sichuan, ahora bautizada como ‘la ciudad natal de los pandas’. Wei atribuye su migración masiva a la extinción de su dieta básica, el bambú, así como al cambio climático.
El panda es una especie en peligro de extinción, de la que solo quedan actualmente alrededor 1.600 especímenes. Ahora en China la relación con los pandas es bien distinta a la de los tiempos remotos, ya que por matar a un ejemplar una persona se puede enfrentar a penas muy severas, incluida la pena de muerte.