El 'Big Bang' de la Luna: ¿Un brutal choque planetario dio origen al satélite de la Tierra?

Los científicos de la Universidad Washington en San Luis (EE.UU) señalan que han encontrado la evidencia de que la Luna se originó en una violenta colisión entre la Tierra primitiva y un protoplaneta del tamaño de Marte.
Esta hipótesis titulada la ´Teoría del gran impacto´ fue presentada por primera vez en una conferencia en 1975. Según la conclusión de los especialistas, hace unos 4.500 millones de años, cuando el Sistema Solar todavía estaba en sus inicios, un enorme cuerpo planetario, del tamaño de Marte denominado 'Theia', chocó contra la Tierra. Este impacto produjo un gran número de escombros que salieron hacia el espacio. Ese material habría formado la Luna.

Sin embargo, la teoría fue aplazada por más de tres décadas, dado que para comprobarla faltaba el material del satélite natural de la Tierra. Ahora, por fin, los investigadores estadounidenses tras analizar las rocas lunares sostienen haber hallado la evidencia de que el violento choque planetario dio origen a la Luna.
 
Los científicos estudiaron con un espectrómetro las firmas químicas de las rocas lunares recogidas por las misiones Apolo en diferentes partes de la Luna y de meteoritos encontrados en la Antártida, y las compararon con rocas terrestres. Los datos les permitieron revelar elementos conocidos como volátiles, que dan información sobre la formación y evolución de los planetas.

Resultó que uno de estos volátiles, el zinc, se encuentra en mínimas cantidades en la Luna y es más pesado que el de la Tierra. Este dato lleva a concluir que en la historia del satélite ocurrió un evento sumamente fuerte, que eliminó todos los volátiles.

“Es necesario que se suceda algún tipo de evento de fusión de gran escala para proporcionar el calor necesario para evaporar el zinc”, comenta el geoquímico James Day. 

Según los expertos, el brutal choque habría generado unas temperaturas muy elevadas que hicieron evaporarse parte de los elementos implicados en la colisión. El zinc más pesado habría permanecido en los escombros que quedaron después en la órbita de la Tierra y luego formaron la Luna, pero los isótopos más ligeros, se habrían volatilizado en el espacio.

El estudio, que reabre el debate sobre el origen de la Luna, fue publicado en la revista ´Nature´.