Desde el Observatorio W.M. Keck de Hawái la NASA ha estudiado 544 galaxias. Hace miles de millones de años, las galaxias eran caóticas y aleatorias, pero con el tiempo se convirtieron en sistemas en forma de disco. Cuanto más grande era la galaxia, tanto más estable se transformaba su masa con el tiempo y hubo menos fusiones.
El estudio, llamado Deep Extragalactic Evolutionary Probe 2 (DEEP2) Redshift Survey, ha pasado revista a galaxias de entre dos mil millones y ocho millones de años luz de la Tierra.
Ahora se cree que la Vía Láctea estaba todavía en evolución durante la formación del Sol hace 4.600 millones de años. Sin embargo, los procesos físicos de esta evolución aún por determinar.
“Los astrónomos pensaban que las galaxias de disco en el universo cercano adoptaron su forma actual hace unos 8.000 millones de años, con poco desarrollo adicional desde entonces. La tendencia que hemos observado muestra, sin embargo, todo lo contrario: que las galaxias estaban en constante cambio durante este período de tiempo", explica Susan Kassin, astrónoma en el Goddard Space Flight Center en Greenbelt, Maryland.