Este extraordinario gadget tiene dos cámaras con sensores de movimientos y también una minicomputadora que le permite calcular la trayectoria de movimiento del balón en fracciones de segundo. Para parar los tiros se utiliza una bola que salta fuera del retrete.
La función de esta novedad de momento no está clara. Según los autores del proyecto, el retrete demuestra cuán en serio se toman el problema de la protección medioambiental, pero no precisan cómo puede ayudar el invento en ese sentido.