El aumento de la temperatura afecta al tamaño del cuerpo de los animales adultos acuáticos y terrestres de forma diferente: con cada grado centígrado los acuáticos se encogen un 5%, mientras los terrestres pierden solo el 0,5% de sus dimensiones.
Según los investigadores, la causa de la mayor reducción en la vida acuática se debe a que para estas especies es más difícil obtener oxígeno de unas aguas cada vez más calientes, un problema que no tienen las criaturas terrestres.
Al necesitar más oxígeno con la subida de temperatura, los habitantes del mar disminuyen el tamaño de su cuerpo para equilibrar el suministro y demanda de dicho gas.
Además, al analizar los resultados de maduración de peces y otros animales de 169 especies marinas, terrestres y de agua dulce los científicos concluyen que tal ‘encogimiento marino’ podría afectar a la producción y suministro de mariscos en el mundo.
Los especialistas señalan que entender la influencia del calentamiento global sobre las especies vivas es crucial, ya que peces y mariscos de océanos, mares y ríos alimentan a unos 3.000 millones de personas y suponen al menos el 15% del consumo de proteína animal.