La iniciativa de clonar animales silvestres tomada por la Embrapa, en colaboración con el Jardín Zoológico de Brasilia, se refiere a especies tales como el jaguar, el aguará guazú y el perro de monte.
El proceso de clonación comprende dos fases. La primera consiste en la elaboración de un banco de genes que ya tiene almacenadas 420 muestras de células de ocho especies. El material fue tomado principalmente de ejemplares muertos del Cerrado, ecorregión de la sabana tropical que ocupa la parte central del país.
La segunda etapa, donde los investigadores se encuentran ahora, consiste en conseguir los clones. El proceso es muy costoso dado que su tasa de éxito es solo del 5% al 7%.
El objetivo del proyecto es clonar especies de animales en peligro de extinción que son difíciles de reproducir en cautiverio. A pesar de que se planea mantener cautivados a los especímenes clonados, no se descarta por completo la posibilidad de soltarlos en la naturaleza si de ello depende la conservación de la especie.
No obstante, muchos biólogos subrayan el riesgo de liberar en la naturaleza animales clonados. Juciara Pelles, responsable de conservación e investigación del Zoológico de Brasilia, asegura que a la liberación de especies clonadas se recurrirá solo en los casos extremos, y agrega que el proyecto “tiene una buena base científica y no se darán pasos que impliquen el más mínimo riesgo”.