Cinco volcanes activos en la península Kamchatka
En la península de Kamchatka en el Extremo Oriente de Rusia recientemente se han activado cinco volcanes. En cualquier momento puede ocurrir una potente erupción con el lanzamiento de cenizas volcánicas a la altura de unos kilómetros, donde normalmente pasan los aviones.
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Los científicos del Instituto de Volcanología y Sismología del departamento del Extremo Oriente de la Academia Rusa de Ciencias están supervisando el fenómeno de una forma constante, para poder registrar a tiempo las situaciones peligrosas, llevando a cabo las observaciones sismológicas y visuales. Reciben imágenes de los volcanes en actividad de Kamchatka a través de satélites, prestando la máxima atención a los más activos. Pero de momento su actividad no es peligrosa ni para los poblados cercanos, ni para las personas que se encuentren a pie de ellos.
En cuanto a los aviones, corren riesgo los que pasan cerca de los cráteres del Norte de la península –Kluchevskói, Sheveluch, Bezymyanni, Tolbáchek-, así como el volcán Karymski el más joven y más activo en la zona, que se encuentra en el Este. Todos estos muestran una constante erupcion con lava o están a punto de estallar.
La península de Kamchatka forma parte del llamado Cinturón del Fuego del Océano Pacífico, que abarca las costas de América del Sur, Centroamérica y América del Norte, incluye las volcánicas Islas Aleutianas (EE. UU.) y continúa por costas e islas de Rusia, China, Japón, Taiwán, Filipinas, Indonesia y Nueva Zelanda. Esta región, junto con ciertas zonas del Pacífico, se caracteriza por la constante actividad volcánica.
Kamchatka es un verdadero “parque volcanológico”, tiene cerca de 300 volcanes, 29 de los cuales son activos. La naturaleza de la península se conserva prácticamente intacta. Aquí se encuentra uno de los más altos activos del mundo, el Kluchevskaya Sopka, de 4750 metros de alto y tiene una forma cónica perfecta. Durante 270 años de observaciones se produjeron más de 50 fuertes erupciones, la última en 2006. Entonces los flujos de lava candente corrían por las pendientes del volcán, se lanzanon no solamente cenizas, sino también grandes bloques de piedra, a la altura de unos 1000 metros. Este maravilloso espectáculo natural lo podían observar los vecinos junto con los turistas de Rusia y de los países extranjeros, quienes visitan este lugar con frecuencia.