Un grupo de científicos del Reino Unido y China estudiaron los restos de unos dinosaurios hallados en el nordeste de este país asiático. Los fósiles que tienen alrededor de 100 millones de años de edad pertenecen al grupo de terópodos, -los dinosaurios carnívoros bípedos-. A este suborden pertenecieron, por ejemplo, los famosos tiranosaurios y los velocirraptores, protagonistas en la famosa película ‘Parque Jurásico‘. Pero las plumas fueron halladas en los representantes más pequeños de este grupo, informa la revista Nature.
Al estudiar los fósiles, los especialistas encontraron melanosolmios. Estas estructuras celulares contienen pigmentos, que definen el color de las plumas de las aves modernas. Los restos de un ‘sinosauropteryx‘ –un pequeño dinosaurio que se considera un eslabón entre los dinosaurios y las aves-, mostraron que su cola plumada fue de color blanco y naranja. No se sabe todavía para qué las necesitaban tan brillantes, tal vez las utilizaban para dar señales, porque no les abrigaban ya que se encontraban sólo en la cola y en el lomo de las criaturas.
Sin embargo, la relación de los dinosaurios con los pájaros es bastante complicada. El último hallazgo científico, que también ocurrió en China, en el desierto Gobi, comprueba bien que ñestos descienden de los reptiles, aunque testifica que no todos los dinosaurios plumados fueron sus procreadores. Según informa la revista Science, se acaba de encontrar una nueva especie de alvarezsauros (dinosaurios descubiertos por el paleontólogo argentino José Fernando Bonaparte y llamado así en memoria del historiador Gregorio Álvarez), que se consideran los “padres” de las aves.
El hallazgo se remonta al período de 60 millones de años después de la aparición de las primeras (hace unos 150 millones de años). Estos pequeños saurios, de 15 kilogramos de peso, elaboraron sus “herramientas” específicas, como un firme pico con dientes y fuertes patas delanteras, para cazar cocodrillos y lagartos. Su estructura comprueba que evolucionaban de manera paralela como las aves.
Anteriormente los investigadores plantearon un problema casi insoluble. Para poder mantenerse en el aire, los dinosaurios -estos “lagartos terribles”- tenían que obtener unas dimensiones menores. Pero no se sabía si empezaron a perder peso al subir al aire o primero disminuyeron, y luego pudieron volar. El hallazgo de 2007 de un pequeño terópodo plumado de sólo 70 centímetros de largo, mucho más viejo que las primeras aves, certificó que los dinosaurios primero empequeñecieron, y luego empezaron a volar.
Ya está comprobado que estos últimos animales tenían el sistema respiratorio parecido al de los pájaros, y algunos dinosaurios incluso se portaban como éstas, ocultando la cabeza bajo la ala. A propósito, según las últimas opiniones, los terribles velocirraptores, como en el film, también tenían plumas, con lo que si el director Steven Spielberg decidiera rodar la continuación de esta obra cinematográfica, tendría que construir nuevos modelos de los monstruos prehistóricos.