Científicos estadounidenses pudieron confirmar que el comienzo del enamoramiento hace casi el mismo efecto en el organismo humano que una dosis de cocaína.
El psícologo Arthur Aron de Nueva York hizo estos sorprendentes descubrimientos al someter a los enamorados a una tomografía del cerebro. Cuando a los participantes del experimento les mostraban fotos de la persona objeto de su enamoramiento, la zona de su cerebro que responde a la motivación se saturaba de dopamina, una sustancia que aparece en la sangre al sentirse sensaciones agradables como al practicar el sexo, comer chocolate o consumir drogas.
Luego, en la sangre se generan las hormonas oxitocina y vasopresina, que estimulan la formación del contacto emocional entre los enamorados. La oxcitocina aparece en la sangre en los momentos del contacto íntimo entre los sujetos: puede ser una mirada a los ojos durante un largo tiempo, abrazos o el acto sexual.
Tradicionalmente se creía que en la mayoría de las parejas el amor apasionado, con el paso del tiempo, se transforma en algo más parecido al amor fraternal. Aunque, recientemente, una científica de la Universidad de Santa Bárbara estudió los resultados de la tomografía de unos esposos que afirmaron sentirse enamorados igual que hace 20 años y descubrió reacciones semejantes a las de los cerebros de los recién enamorados.
Los científicos aconsejan a las parejas que se dediquen juntos a actividades agradables, las que estimulan la producción de la dopamina. Por ejemplo, ir al teatro o al hipódromo o estudiar algo nuevo. Los especialistas señalan que los que se sienten felices en el matrimonio, tienen una vida más larga y un sistema inmunológico más fuerte.