Ciencias
Curiosity revela nuevos datos sobre la atmósfera de Marte
El robot Curiosity logró componer un mapa de los vientos en el cráter de Gale y detectar diferencias de presión en la atmósfera de Marte, según la información publicada en la página web de la agencia espacial estadounidense.
La diferencia entre la presión diurna y nocturna de la atmósfera marciana resultó bastante considerable. Según los astrofísicos, la presión diurna es mucho más baja que la nocturna debido a las potentes corrientes de aire causadas por el calentamiento de la superficie del planeta.
El Detector de Evaluación de Radiación del Curiosity (RAD) ha revelado que los cambios diarios y estacionales de la presión del aire están vinculados con las fluctuaciones rítmicas de la radiación. El aparato registró que el nivel de la irradiación radiactiva en la superficie varía dependiendo de la densidad de la atmósfera marciana. Estos cambios se explican por el hecho de que Marte, a diferencia de la Tierra, no tiene un campo magnético. El conocimiento de estos datos permite a los científicos resumir que los cambios ambientales en el Planeta Rojo podrían haber producido condiciones favorables para la existencia de la vida.
Por su parte el REMS, el instrumento de monitorización ambiental del Curiosity, identificó torbellinos de polvo producidos por el viento. Los investigadores examinaron los datos obtenidos por el robot, incluyendo los cambios en la dirección y velocidad del viento y, además, la presión y la temperatura del aire. “El polvo en la atmósfera tiene un papel importante en la configuración del clima en Marte, porque el polvo levantado por los remolinos y por las tormentas de polvo calienta la atmósfera”, dice Manuel de la Torre Juárez, científico del Jet Propulsion Laboratory (JPL) en California.
Junto con las observaciones del clima marciano, el robot Curiosity, que aterrizó en el cráter de Gale en agosto de 2012, también lleva a cabo varios estudios físicos y geoquímicos del suelo para poder encontrar las condiciones adecuadas para la vida bacteriana en Marte. Recientemente el vehículo ha recogido la primera muestra sólida de suelo marciano.
El Detector de Evaluación de Radiación del Curiosity (RAD) ha revelado que los cambios diarios y estacionales de la presión del aire están vinculados con las fluctuaciones rítmicas de la radiación. El aparato registró que el nivel de la irradiación radiactiva en la superficie varía dependiendo de la densidad de la atmósfera marciana. Estos cambios se explican por el hecho de que Marte, a diferencia de la Tierra, no tiene un campo magnético. El conocimiento de estos datos permite a los científicos resumir que los cambios ambientales en el Planeta Rojo podrían haber producido condiciones favorables para la existencia de la vida.
Por su parte el REMS, el instrumento de monitorización ambiental del Curiosity, identificó torbellinos de polvo producidos por el viento. Los investigadores examinaron los datos obtenidos por el robot, incluyendo los cambios en la dirección y velocidad del viento y, además, la presión y la temperatura del aire. “El polvo en la atmósfera tiene un papel importante en la configuración del clima en Marte, porque el polvo levantado por los remolinos y por las tormentas de polvo calienta la atmósfera”, dice Manuel de la Torre Juárez, científico del Jet Propulsion Laboratory (JPL) en California.
Junto con las observaciones del clima marciano, el robot Curiosity, que aterrizó en el cráter de Gale en agosto de 2012, también lleva a cabo varios estudios físicos y geoquímicos del suelo para poder encontrar las condiciones adecuadas para la vida bacteriana en Marte. Recientemente el vehículo ha recogido la primera muestra sólida de suelo marciano.
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