La supuesta isla Sandy aparece en los mapas de Google y en algunas cartas marítimas que la sitúan entre Australia y Nueva Caledonia, en el mar Coral en el sur de Pacífico.
El descubrimiento del error se produjo cuando un equipo científico, liderado por la geóloga María Seton, se dio cuenta de su ausencia mientras navegaba por la zona donde debería levantarse la isla, según el diario 'Sydney Morning Herald'.
La isla inexistente aparece regularmente en publicaciones científicas desde el año 2000 e incluso en los mapas meteorológicos. Los geólogos australianos suponen que este error podría haber sido propagado por el mundo a partir de un banco de datos que se utiliza en muchos mapas.
Sin embargo, la isla no aparece en los documentos del Gobierno francés, que tendría jurisdicción sobre ella, ni tampoco en las cartas de navegación que se elaboran a partir de mediciones de profundidad.
Los miembros de la expedición se comprometieron a enviar la información obtenida a las autoridades competentes y modificar los mapas mundiales.