Presentan un motor de avión superpotente que usa oxígeno como combustible

Ingenieros británicos han presentado un propulsor que permitirá a un avión desarrollar una velocidad de 6.500 kilómetros por hora. El invento recibió el nombre de SABRE y sus creadores invirtieron 22 años en perfeccionarlo.
Con este sistema, un vuelo de pasajeros de Londres a Sídney podría tardar entre 4 y 5 horas. Los constructores también creen que el invento, que fue aprobado por la Agencia Espacial Europea, puede usarse para mandar satélites al espacio.

El motor quema el hidrógeno como combustible absorbiendo el oxígeno del aire. Cuando la aeronave salga al espacio, donde no hay oxígeno, este se suministrará desde su propio compartimiento de combustible.

El propulsor ha sido fabricado por la empresa Reaction Engines, dirigida por el ingeniero espacial Alan Bond. El aparato se montó partiendo de la estructura de un motor de reacción a chorro y es capaz de enfriar el aire que entra de 1.000 grados de Celsius hasta 150 grados en una centésima de segundo, sin producir trozos de hielo, lo que  le permite funcionar de forma segura con una potencia mucho mayor de la que actualmente es posible conseguir y sin el riesgo de sobrecalentamiento y colapso.

El nuevo motor puede instalarse en el avión de nueva generación Lapcat. Aunque en la actualidad los aviones de pasajeros vuelan a una altura de unos 10 kilómetros, el Lapcat podría ascender hasta los 30 kilómetros con 300 pasajeros a bordo. El avión no tendrá ventanas para soportar la fuerte presión del exterior.


También se planea usar el SABRE en el nuevo tipo del avión espacial de uso múltiple Skylon, para el cual debería permitir una velocidad todavía más elevada. Alan Bond dijo de está creación: "Es el orgullo de mi vida".