Para la construcción del nuevo rover la NASA tiene previsto utilizar las piezas de repuesto que en su tiempo fueron creadas para el Curiosity. El dispositivo tendrá instrumentos más precisos y un sistema de aterrizaje más seguro. Según estimaciones preliminares, el coste del proyecto será de unos 1500 millones de dólares.
El anuncio se suma a una creciente lista de misiones a Marte de la NASA, que en 2013 lanzará el MAVEN, un orbitador que se encargará de estudiar la atmósfera superior marciana. La agencia también recordó que tiene previsto volver a Marte en 2016 con su ‘InSight Lander’ que hará investigaciones sísmicas y geodésicas con las que pretende analizar a Marte a varios niveles: superficie, atmósfera y en profundidad.
Los expertos estadounidenses también participarán en el proyecto 'EkzoMars' de la Agencia Espacial Europea y la agencia rusa Roscosmos.
Los científicos intentan asegurar que los costos y los riesgos de las futuras misiones sean lo más bajo posible, sin dejar de concebir un
vehículo muy funcional y con un sistema de aterrizaje seguro. Solo después de obtener experiencia y gran cantidad de datos se plantearán la posibilidad de enviar un equipo de científicos humanos allá para la década de 2030.