El Gran Colisionador cierra hasta 2015 para 'recargar las pilas'

El Gran Colisionador de Hadrones (GCH) ha sido detenido para ser sometido a una modernización. Una vez se reanuden las colisiones de protones en el 2015, el GCH funcionará con el doble de energía que la actual.

El aumento de la energía de la colisión permitirá a los científicos captar con más frecuencia raros fenómenos, como por ejemplo, observar el origen del bosón de Higgs (la partícula de Dios) y encontrar una ‘nueva física’ que vaya más allá del Modelo Estándar.

Apodado ‘la máquina de Dios’, el Gran Colisionador de Hadrones del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) -que a comienzos de año acogerá una breve sesión de colisiones de protones y núcleos de plomo-  está diseñado para arrojar nuevos datos sobre la naturaleza de la materia y las leyes físicas fundamentales. En la construcción del proyecto se invirtieron más de 6.000 millones de euros.

Su lanzamiento en 2008 desencadenó una ola de temor en los medios, debido a que -según una teoría-, la colisión de protones podría dar lugar a un agujero negro que se tragaría a la Tierra. No obstante, el GCH ha estado funcionando durante tres años con un constante aumento de energía, y los físicos no han encontrado rastros de agujeros negros.

El LHC es un túnel circular de 27 kilómetros que se construyó cerca de Ginebra, en la frontera franco-suiza. Allí, físicos del CERN pretenden recrear situaciones similares a los instantes posteriores al 'Big Bang', haciendo colisionar partículas a una velocidad cercana a la de la luz.