Si anteriormente se trataba de vuelos de muestra y de las pruebas industriales que realizaba la compañía productora de la nave, Sukhoi, ahora será una comisión estatal la que se encargará de examinar escrupulosamente las características técnicas finales del avión. Los ensayos durarán un año, con ocho aparatos involucrados.
Hoy en día se construyen cuatro T-50 (PAK FA), el último de ellos acaba de realizar su primer vuelo de prueba. El quinto ejemplar está en la fase final de producción. Está programado que la producción en serie de los cazas empiece en 2015. Sin embargo, hasta el momento no se ha revelado al público la mayoría de las características técnicas del avión.
Se sabe que es de un asiento, tiene una cabina equipada con un sistema de mando totalmente digital, cuatro pantallas multifunción de distintos tamaños y que su diseño implica que una parte de la información va a aparecer en el cristal del casco del piloto. Los modelos existentes son de 19,4 metros de largo y 4,8 metros de alto, con una envergadura de 14 metros.
La obra rusa pertenece a la clase pesada de los cazas: la nave vacía pesa 18,5 toneladas, la masa estándar de despegue es de 30,6 toneladas con el 100% del combustible, mientras que la masa máxima del despegue es 37 toneladas. Los diseñadores comentan que podrá mantener su capacidad de maniobra incluso con sobrecargas muy grandes. Acentúan que han logrado reducir mucho la masa del avión usando materiales compuestos: estos suponen el 70% del área de la superficie de la nave, lo que equivale a un 25% del peso del avión vacío. Otra innovación es la nueva cobertura 'antirrelámpagos' que también contribuye a reducir la masa del caza.
Se estima que sus dos motores turborreactores podrán llegar a los 2.125 y 2.600 kilómetros por hora. Además, será capaz de desarrollar velocidad supersónica sin usar postcombustión. La duración del vuelo sin reabastecimiento es 5,8 horas. En cuanto a su equipamiento de combate, por el momento se filtra solo que tendrá un cañón integrado de 30 milímetros.