El Curiosity prepara una misión tripulada

El complejo sistema de descenso del Curiosity, que demostró con su llegada a Marte que la NASA puede depositar con gran precisión carga pesada sobre suelo marciano, se podrá utilizar en futuras misiones tripuladas.
El vehículo robot fue lanzado el 26 de noviembre de 2011 en un cohete Atlas V 541 desde Cabo Cañaveral, Florida, y en sus ocho meses y medio de vuelo recorrió casi 570 millones de kilómetros.

Los siete minutos de tensión en los que se llevó a cabo el descenso a suelo marciano supusieron el culmen de una compleja operación en la que se hubo de reducir la velocidad adquirida, 21.243 kilómetros por hora, a apenas 2,74 km/h mediante el despliegue de un enorme paracaídas y la activación de una grúa espacial para depositar lentamente el robot.

El Curiosity se posó en Marte en agosto pasado para iniciar una ambiciosa misión de detección de eventuales rastros de vida extraterrestre.

Este robot, dotado de  seis ruedas y diez instrumentos espaciales —entre ellos 17 cámaras, un rayo láser capaz de destruir rocas e instrumental de laboratorio para analizar su composición— recoge actualmente datos para preparar una futura misión tripulada.