Así lo reveló un grupo de científicos de la Universidad de Wageningen, Holanda, tras estimar el uso de la energía y la cantidad de agua y terreno necesarios para criar los gusanos, así como el impacto que causa su producción sobre el medioambiente. Esos datos fueron comparados con los de vacas, cerdos y pollos y la conclusión resultó reveladora.
Según los expertos, la producción de gusanos, que son una fuente de proteína comestible,
es menos dañina para el medioambiente, ya que implica menores emisiones de gases de efecto invernadero. Además, los gusanos consumen menos agua y necesitan una menor cantidad de tierra que los animales de granja.
Aparte de dichas ventajas, los científicos mencionaron que los gusanos no producen metano (a diferencia de las vacas), además de reproducirse y desarrollarse muy rápido.