El aparato consta de unas guías de ondas hechas de vidrio que se cruzan entre sí varias veces sobre un microchip. Los fotones individuales entran por un lado del dispositivo y se detectan al salir por el otro lado. El lugar por el cual saldrán los fotones depende de su interacción en las zonas de superposición.
Este dispositivo óptico es un ordenador cuántico que hace los cálculos mediante la interacción de fotones. Su principal defecto es que por el momento sólo puede cumplir una tarea, calcular un problema matemático, pero según los científicos autores de la investigación, lo más importante es mostrar las posibilidades del ordenador.
La diferencia clave entre los computadores cuánticos y los convencionales es que pueden llevar a cabo varios cálculos de una manera simultánea, no secuencial, lo que amplía sus posibilidades infinitamente.