El supuesto coste de este ambicioso proyecto sería de 2.600 millones de dólares. El plan prevé el lanzamiento de una ‘cápsula de captura’ impulsada por un cohete hacia el asteroide elegido. Al acercarse a su destino, la cápsula lanzará una bolsa de 15 metros de diámetro que debe desplegarse en este trozo de roca que estará girando. Luego el asteroide debe ser detenido y transportado a un emplazamiento gravitatoriamente neutral donde se construirá sobre él una base permanente que servirá como punto de transbordo en viajes por el espacio.
La NASA no quiso comentar el proyecto, asegurando que todavía se encuentra en negociaciones con la Casa Blanca sobre él, pero se cree que la idea se podría convertir en realidad en un plazo de entre 10 y 12 años. En ese momento también pueden comenzar a estudiarse las posibilidades de extraer minerales y metales preciosos de los asteroides.
Algunos de estos cuerpos celestes están compuestos por hierro que podría utilizarse en la fabricación de nuevas estaciones espaciales y otros contienen agua que se podría descomponer en hidrógeno y oxígeno para producir combustible.