El efecto deseado se logró mediante sus cuatro patas provistas de amortiguadores hidráulicos y el uso de empuje con efecto de retroalimentación.
El objetivo del proyecto es desarrollar un cohete reutilizable, capaz de despegar y aterrizar verticalmente. Si tiene éxito, SpaceX creará una nueva generación de naves espaciales reutilizables. En la utilidad del aparato se cifran muchas esperanzas para una expedición al Marte.
En 2008 SpaceX cerró un contrato con la NASA para 12 misiones de transporte de cargas al segmento estadounidense de la Estación Espacial Internacional (EEI) a cargo de la nave comercial Dragon. En mayo de este año se realizó el primer lanzamiento de la cápsula no tripulada Dragon a la EEI y en octubre fue implementada con éxito la segunda misión.