A algunos participantes se les administró una píldora de 15 miligramos de tetrahidrocannabinol (THC), un constituyente psicoactivo del cáñamo, y a otros un placebo.
Luego se les aplicó sobre la piel crema que contenía chile para causar picores o una solución inocua.
El cannabis es más bien un medio de distracción del dolor que un analgésico"
Para estudiar la reacción del cerebro, los participantes fueron sometidos a una tomografía por resonancia magnética. Resultó que los que habían tomado THC mostraron una reducida actividad en la zona cerebral vinculada con las emociones por el dolor, lo que no fue así en las zonas relacionadas con el dolor.
Además, las personas bajo la influencia del THC no dijeron sentir menos dolor sino que simplemente lo toleraban mejor.
"Eso quiere decir que el cannabis es más un medio de distracción del dolor que un analgésico", comentó Mick Serpell, un profesor de medicina en la Universidad de Glasgow.
El estudio fue publicado en la revista 'Pain'.