El cometa, que fue descubierto en septiembre por los astrónomos rusos de la Red Internacional de Ciencia Óptica (cuyas siglas en inglés, ISON, dan nombre al cometa), actualmente se encuentra cerca de Júpiter.
Ya se conoce que entre el 28 y 29 de noviembre del próximo año el cometa pasará a menos de dos millones de kilómetros del Sol.
Por su enorme brillo, que podría superar el de la Luna, ISON se podrá ver desde nuestro planeta a simple vista durante meses, e incluso podría llegar a ser visible durante el día, según el astrónomo David Whitehouse, citado por el diario británico 'The Independent'.
Sin embargo, cuando se acerque al máximo al Sol, “será difícil y peligroso verlo sin instrumentos especiales”, advirtió Whitehouse.
Como los cometas se queman a alta velocidad, es muy probable que este viaje de ISON sea el último y no sobreviva al encuentro con el Sol. Pero si esto no sucede, volverá a visitarnos dentro de algunos cientos de años.