La investigación, llevada a cabo por científicos del Instituto Tejnión de Haifa, Israel, está inspirada en el olfato de los perros, que tienen miles de receptores capaces de detectar e identificar el olor de objetos y personas.
Los investigadores, dirigidos por el profesor Husam Hayek, utilizaron microscópicos sensores químicos para identificar el olor particular de cada persona, que los científicos comparan con una 'huella digital'.
Uno de los principales problemas que tienen que resolver los investigadores es cómo hacer que la 'nariz electrónica' distinga el olor personal del individuo de otros olores que acumula el cuerpo durante el día.
El objetivo original de los científicos era crear un mecanismo olfativo capaz de detectar las enfermedades, ya que el olor particular de una persona enferma difiere del de una persona sana.
Sin embargo, la investigación atrajo la atención del Ministerio de Seguridad Interior de Israel, que actualmente está financiando el proyecto.
Se espera que, aparte de ser un gran avance para la medicina, el mecanismo, que de momento está pasando por una fase de pruebas, pueda ser aplicado para recoger 'huellas aromáticas' en el lugar de un crimen para compararlas luego con las de sospechosos.