La cantidad de energía magnética equivale a "la energía liberada por un millón de explosiones de supernova [explosión estelar], ¡lo que es mucho!", proclama Ettore Carretti, autor principal del estudio y astrofísico de la Organización de Investigación Científica e Industrial (CSIRO)
en Australia.
"Estos flujos [de rayos gamma] pueden ayudar a resolver misterios sobre el campo magnético de la Vía Láctea", indica Carretti en un artículo publicado en el portal ‘Space’.
"La región compacta alrededor del centro de la Vía Láctea alberga la formación de estrellas más activa de nuestra galaxia", donde -explica el científico- se registran "una gran cantidad de supernovas".
"Estos resultados nos dicen que se trata del traslado de una gran cantidad de energía y de fuertes campos magnéticos desde el centro hasta las afueras de la galaxia […], una interacción de la que no se sabía nada y que puede transformar nuestra visión del halo galáctico", sentencia Carretti no sin antes aclarar que esto no representa ningún peligro para nuestro Sistema Solar.
A finales del 2010, el Telescopio Espacial Fermi de la Nasa descubrió una estructura de rayos gamma no visible hasta entonces en la Vía Láctea a la que denominaron ‘burbujas de Fermi’ y que podría ser el remanente de la erupción de un agujero negro gigante en el centro de nuestra galaxia.