Los científicos planean llevar a cabo dos proyectos denominados ‘Wallaby’ y ‘Dingo’ de la mano de este supertelescopio que -provisto de 36 antenas de 12 metros de diámetro cada una- 'escaneará' el cielo en busca de nuevas pistas sobre la evolución de las galaxias.
"Podemos pronosticar que en el marco de ‘Wallaby’ podremos descubrir unas 600.000 nuevas galaxias sorprendentes, mientras que el proyecto ‘Dingo’ apunta a 100.00 galaxias, todas ellas repartidas por el espacio en una distancia de billones de años luz cúbicos”, explicó el científico Allan Duffy.
Los científicos precisaron que el telescopio estudiará el gas hidrógeno galáctico -el combustible que forma las estrellas- para ver cómo las galaxias han cambiado en los últimos cuatro millones de años. Además, el Askap ayudará a los astrónomos a indagar en uno de los grandes misterios del universo: la energía oscura.
Los expertos calculan que el supertelescopio, inaugurado el pasado mes de octubre, pero que aún no está totalmente operativo, recabará en una jornada de trabajo más datos que los que atesora la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. "De hecho, eso supone más información que la recopilada por los archivos radioastronómicos de todo el mundo", dijo el ministro australiano de Ciencia, Chris Evans.