Estos fósiles fueron hallados en la región de Pilbara, en el noroeste de Australia, y supuestamente tienen 3.500 millones de años de edad. Representan una minúscula telaraña de huellas en la superficie de una piedra arenisca que parece haber sido esculpida por unos microorganismos similares a las actuales bacterias.
Estos rastros de bacterias "son los fósiles más antiguos jamás hallados. Son nuestros ancestros más antiguos", dijo Nora Noffke, una investigadora de la Universidad de Old Dominion en Norfolk, EE.UU., que formaba parte del grupo que hizo el hallazgo y lo presentó el mes pasado en una reunión de la Sociedad Geológica de América.
La evidencia sugiere que los microbios antiguos vivían en la época en la que aún no había oxígeno en la Tierra y ellos mismos podrían haber producido el oxígeno que ayudó a construir nuestra atmósfera actual.
"El estudio de este tipo de vida que existía en el pasado nos explica cómo la Tierra llegó a ser como es hoy", aseguró Michael Tice, un geobiólogo de la Universidad de Texas A&M, en una entrevista al periódico 'The Washington Post'. Además, el descubrimiento podría ayudar en la búsqueda de restos de vida en otros planetas: el Curiosity de la NASA cuenta con instrumentos capaces de detectar fósiles similares en las rocas marcianas, dice el rotativo.
La región de Pilbara tiene algunas de las rocas más antiguas del mundo, por lo que es popular entre los buscadores de fósiles.