El asteroide 2012 DA14 fue detectado el año pasado por los especialistas del Observatorio Astronómico de La Saga, ubicado en el sur de España. Más tarde las observaciones de los científicos españoles fueron ratificadas por otros astrónomos internacionales.
Estos científicos revelaron que el cuerpo celeste pertenece a la familia de los asteroides de Apolo, cuyas órbitas se cruzan con la terrestre. Alrededor de dos tercios de los asteroides conocidos que se acercan a la Tierra son de este tipo. Según los datos disponibles, el cuerpo celeste puede medir entre 40 y 95 metros de largo.
Mínima amenaza
Los especialistas aseguran que el asteroide ya no amenaza con chocar contra la Tierra, como se informó antes o esa posibilidad es muy baja (un 0,031%).
La NASA afirma que en caso de que ocurra, la fuerza de la explosión sería de 2,4 megatones. El impacto de la roca de 140.000 toneladas no pondría fin a la civilización, pero podría causar una pérdida masiva de vidas si cayera en un lugar poblado.
Sin embargo, hay otra amenaza: el asteroide podría chocar con algún satélite de comunicación, lo que provocaría fallos en su funcionamiento. Pero los expertos vuelven a indicar que el impacto es poco probable.
Los observatorios de todo el mundo siguen su órbita y reportan las coordenadas de su recorrido a la Unión Astronómica Internacional.