En el marco de sus experimentos, expertos del Instituto de Mecánica Teórica y Aplicada de Novosibirsk (Siberia) lograron soldar titanio con acero inoxidable. Según ellos, después de probar distintos materiales, finalmente se decidieron a usar ‘un polvo’ formado por nanopartículas de cobre como metal de aportación durante el soldeo. En otras palabras, lo añadieron en los cordones de soldadura antes de someterlos a un impacto de su instalación láser.
El uso del láser garantizó una soldadura fuerte, convirtiendo las nanopartículas en centros de cristalización de los dos metales fundidos. En consecuencia, los cristales que se formaron resultaron ser más finos, lo que aumentó en decenas de veces la resistencia de la aleación que, sometida a una técnica convencional, sería una de las más frágiles.
Los científicos aseguran que gracias a su innovación el proceso de construcción de una central nuclear o de un avión resultaría mucho más barato y rápido. El titanio, gracias a su capacidad de resistencia y su masa ligera, es uno de los materiales fundamentales a la hora de edificar una nave aérea. Sin embargo, los detalles compuestos de titanio no se sueldan entre sí y menos con detalles de acero inoxidable, por lo que un avión estándar tiene alrededor de 30 millones de roblones. La nueva técnica simplificaría enormemente el ensamblaje de las piezas y su fiabilidad.
Ahora las aleaciones obtenidas serán sometidas a pruebas por comisiones independientes. Según los especialistas del Instituto siberiano de Mecánicas, el proceso se prolongará bastante, razón por la que la innovación solo podrá ser industrializada dentro de unos años.