La NASA ha pagado 17,8 millones de dólares a la empresa privada Bigelow Aerospace para que desarrolle el Módulo de Actividad Expandible Bigelow (BEAM, por sus siglas en inglés) y las pruebas en el espacio están previstas para el 2015.
Este módulo supone un gran progreso tecnológico ya que entre otras cosas proporcionará mayor protección contra los micrometeoritos y la radiación. Además permitirá que otros países interesados en realizar experimentos en órbita, puedan desarrollarlos sin la necesidad de invertir grandes sumas de dinero.
La idea del diseño de esta compañía se basa en que sus módulos no sean rígidos sino expandibles. El BEAM se puede expandir en el espacio hasta alcanzar su tamaño definitivo. Este sistema permite que, con el mismo peso, sea mucho mayor que uno rígido.
Para Bigelow Aerospace este es solo el primer paso para conseguir lanzar módulos de mayor tamaño que permitan conectarse a la EEI y ofrecer alojamiento a futuros turistas espaciales o desarrollar investigaciones privadas.
La NASA ha puesto grandes esperanzas en el sector privado para desarrollar el transporte de sus astronautas hacia y desde la estación espacial. En la actualidad, este servicio lo proporciona Rusia con un costo de más de 60 millones de dólares por persona.