El telescopio está equipado con cuatro ruedas de reacción que sirven para orientarlo hacia sus objetivos, y necesita al menos tres para realizar sus tareas. Una rueda falló en julio de 2012, así que el fallo de una más podría acabar con la misión.
En enero empezó a notarse fricción en la rueda número 4, que por ahora no se ha solucionado. Para intentar resolver el problema el telescopio ha sido colocado en "modo seguro" para que las ruedas descansen, esperando que el lubricante interno de los neumáticos se distribuya bien. Mientras tanto, los paneles solares de Kepler han sido orientados hacia el Sol para asegurar suficiente energía para el telescopio.
El descanso durará 10 días y después los científicos intentarán reanudar las operaciones de Kepler.
La misión Kepler, lanzada en 2009, consiste en "detectar realmente planetas análogos a la Tierra orbitando estrellas similares a nuestro sol en una zona habitable", según la Nasa. El telescopio observa simultáneamente unas 150.000 estrellas, analizando su brillo para detectar posibles tránsitos de planetas. La misión lleva el nombre de Johannes Kepler, un científico alemán que descubrió las leyes del movimiento de planetas.