Tras analizar el contenido del suelo del cráter marciano de McLaughlin, los científicos llegaron a la conclusión de que contiene arcillas y minerales de carbonatos que solo se podrían haber formado en presencia de agua en estado líquido.
Y si la vida existió entonces, hay posibilidad de que siga existiendo ahora”
Este hecho convierte al interior de los cráteres profundos en un posible hábitat, señala el autor principal del artículo, el geólogo planetario del Museo de Historia Natural, Joseph Michalski. Sin embargo, admite que solo los pequeños organismos unicelulares podrían haber sobrevivido en esas condiciones.
“Pero yo estaría más sorprendido si nunca hubo vida en Marte, que lo estaría si un día se descubriera que la vida sí existió en ese entorno", declaró el geólogo.
“Y si la vida existió entonces, hay posibilidad de que siga existiendo ahora”, añadió.