Pero ahora tendrán que tener en forma también sus cerebros para la DARPA, la unidad de investigación de élite del Pentágono, que los planea escanear para saber cómo piensan.
El proyecto recibió el nombre de FIDOS (por las siglas en inglés de Imágenes Funcionales para el Desarrollo de Perros de Servicio Excelentes) y prevé el uso de la tomografía por resonancia magnética (TRM) para “optimizar la selección de los perros de servicio ideales” escaneando sus cerebros para seleccionar a los candidatos más inteligentes.
Asimismo, gracias a este método se planea obtener datos sobre la reacción del cerebro al entrenamiento en tiempo real. Así se pretende que el adiestramiento de los perros militares llegue a ser más rápido y más barato que el método tradicional que se usa en la actualidad, basado en la técnica de 'castigos y premios'.
El proyecto está todavía en su etapa de elaboración y se basa en los estudios de los investigadores de la Universidad de Emory, estado de Georgia, liderados por el neurólogo Greg Berns, que lograron hacer a unos perros permanecer dentro de una máquina de resonancia magnética sin estar atados para poder observar la actividad de su cerebro.
Basándose en los resultados de estos estudios, los especialistas de la DARPA consideraron que los perros que muestran más actividad cerebral después de cierta estimulación podrían ser más adecuados para el entrenamiento militar. Además, al seleccionar a los perros más sociables, estos se pueden usar en la terapia de soldados con estrés postraumático o lesiones cerebrales.