Los sofisticados sistemas electrónicos utilizados por los soldados, tales como radios, sensores remotos o teléfonos, suelen quedar desperdigados por el campo de batalla tras las operaciones militares, después de lo cual resulta casi imposible rastrearlos y recuperarlos. De esta forma, los dispositivos son presa fácil del enemigo, que podría reutilizarlos o estudiarlos para crear tecnologías similares.
"¿Qué pasaría si estos dispositivos electrónicos simplemente desaparecieran cuando ya no se los necesite?", se pregunta DARPA en la presentación del proyecto Vanishing Programmable Resources. De este interrogante parte una idea que pretende revolucionar los aparatos electrónicos militares de EE.UU., dotándolos de fecha de caducidad o diseñándolos para que se autodestruyan.
"La descomposición de estos dispositivos podría ser activada por una señal enviada por comando o bajo cualquier posible condición ambiental, como la temperatura", indicó Alicia Jackson, coordinadora del programa.
Para participar en el programa se invita a ingenieros e investigadores que trabajan en la producción industrial o diseño de materiales científicos a crear un método revolucionario que pueda cambiar radicalmente las capacidades de "fuga" de los aparatos electrónicos que los soldados de EE.UU.
perdieron en las operaciones.
Debido a que el proyecto es muy ambicioso y seguramente será muy complicado lograr disolverlos completamente, al menos deben desarrollar una tecnología que autodestruya el 'cerebro' del aparato, es decir, las partes que hacen posible su funcionamiento.