El cohete debe ascender a la altura de 800 km para capturar datos e imágenes dentro y encima de la zona en la que se producen las auroras, uno de los más bellos fenómenos de la Tierra.
Los investigadores buscan respuestas sobre cómo los átomos de oxígeno reciben energía suficiente en la atmósfera como para superar la gravedad y salir hacia el espacio cercano a nuestro planeta, un fenómeno que se intensifica durante las auroras.
Por ello, el equipo del Centro de Vuelo Espacial Goddard espera la coincidencia de auroras boreales con condiciones de tiempo favorables para el estudio, una posibilidad que termina el 17 de febrero.