Un gigantesco asteroide caído en Australia cambió la faz de la Tierra

El impacto en Australia de un gigantesco asteroide hace más de 300 millones de años cambió dramáticamente la faz de la Tierra, según revelan expertos de la Universidad Nacional Australiana en un estudio reciente.
El asteroide, de unos 10 kilómetros de diámetro, dejó una zona de impacto de más de 190 kilómetros de ancho, la tercera más grande encontrada en el planeta. Un hecho que, según se cree, originó extinciones masivas de especies en todo el mundo.

"El polvo y los gases de efecto invernadero liberados desde el cráter formado por el meteorito, al igual que  el choque sísmico y la inmensa bola de fuego inicial, habrían producido la incineración de amplias zonas de la Tierra", revelaba Andrew Glikson, investigador  asociado de  la Universidad Nacional Australiana.
Los gases de efecto invernadero habrían permanecido suspendidos en la atmósfera durante decenas de miles de años"
Asimismo agregó que "los gases de efecto invernadero habrían permanecido suspendidos en la atmósfera durante decenas de miles de años." 

Al gigantesco impacto le pudo suceder una época de  extinción masiva, según apunta el investigador, destruyendo por completo los primitivos arrecifes de coral y la mayoría de las especies existentes. Un escalofriante escenario que, no obstante, tuvo lugar mucho antes de la época de los dinosaurios.  


Otros impactos de  relevancia  

El estudio revela que este meteorito que arrasó Australia es de una relevancia singular por ser uno de los más grandes que han chocado con nuestro planeta en la historia.

No obstante, este tipo de sucesos, si bien a menor escala, suceden con cierta asiduidad, pero hasta el momento sólo tres han sido los catalogados por los expertos como "impactos con consecuencias apocalípticas para la Tierra."

El mayor cráter de los que hasta ahora se tiene conocimiento es el que se encontró en Vredefort, provincia de Free State, Sudáfrica, con unos 305 kilómetros de ancho y que data de hace unos 2.000 millones de años.

El segundo en importancia, es el encontrado en la cuenca de Sudbury, Ontario, Canadá, con casi 258 kilómetros de ancho y que se originó hace unos 1.800 millones de años.

El tercero, es el recientemente encontrado en Australia, y cuyo estudio ha revelado una relación directa entre este tipo de impacto y el desencadenamiento de extinciones masivas en el planeta desde el inicio de los tiempos.