Los estudiantes del curso de bacteriología de la Universidad de Surrey introdujeron sus celulares en placas de Petri y los dejaron en el laboratorio por un par de días. “Los resultados nos sorprendieron. Todos ellos (los dispositivos) contenían distintas clases de bacterias y hongos. Estos organismos se extendían por zonas donde tenían un mayor alimento”, dijo el doctor Simon Park, profesor de biología molecular.
Park explicó también que tiene que ver con nuestro contacto físico con el teléfono, su relación con otras personas, el suelo o los lugares como bolsillos, encimeras o mesas de trabajo donde lo dejamos. “Todas ellas dejan un rastro en nuestro aparato que se puede observar con mejor detalle al microscopio”, agregó.
Afortunadamente la mayoría de las bacterias son inofensivas y una de las más frecuentes fue la Micrococcus que se encuentra en la piel. Sin embargo, se descubrió también la Staphylococcus Aureus que es capaz de transmitir enfermedades.
Asimismo, en el experimento se observó además que los teléfonos con teclado presentaban bacterias en el teclado, mientras que los que no poseen teclados físicos reparten las bacterias por todo el dispositivo.
Aunque la mayoría de las bacterias son inofensivas, Park aconsejó limpiar los teléfonos móviles con algún paño anti bacteriano.