Los expertos advierten: el acercamiento de Apophis, de unos 270 metros de diámetro, puede cambiar la órbita del cuerpo celeste, lo que podría conllevar la posterior colisión con la Tierra. Al analizar cómo cambiaría la órbita después del acercamiento del asteroide a la Tierra en 2029, los científicos identificaron más de veinte orificios en la atmósfera que harían posible el escenario apocalíptico.
"Existe riesgo de un choque en 2068, con una probabilidad más alta que una entre un millón"
“En particular, hemos descubierto que existe riesgo de un choque en 2068, con una probabilidad más alta que una entre un millón”, dice el informe, preparado bajo la dirección de Davide Farnocchia, del Laboratorio de propulsión reactiva de la NASA, y publicado en la biblioteca electrónica de la Universidad de Cornell.
Actualmente, científicos espaciales de todo el mundo están elaborando diferentes proyectos para evitar la posible catástrofe. Entre las soluciones se baraja incluso el uso de armas nucleares para destruir al asteroide cuando todavía permanezca a una distancia segura del planeta.
Grandes asteroides caen a la Tierra en promedio una vez cada 100.000 años. Muy rara vez representa una amenaza real para la existencia de la vida en el planeta, tal como sucedió durante la extinción masiva de los dinosaurios hace 65 millones de años.