Los biólogos de la Universidad Duke de Carolina del Norte, en colaboración con ingenieros técnicos y taxidermistas, crearon el gorrión robot Robotsparrow para conocer mejor el papel del aleteo en la defensa del territorio de otros machos.
Los ornitólogos observaron la reacción de las aves reales ante la provocación de Robotsparrow, que imitaba los movimientos de alas de sus ‘compañeros’ con la ayuda de un pequeño mecanismo instalado dentro del diminuto cuerpo de un gorrión disecado. La reacción de los gorriones al aleteo era más agresiva que a otros tipos de 'provocación' como el canto y los movimientos del cuerpo.
Los investigadores tuvieron que concluir sus estudios ya que tras dos meses Robotsparrow perdió su batalla (y la cabeza) contra los gorriones de carne y hueso. Los ornitólogos llegaron a la conclusión de que el movimiento de las alas es una herramienta de comunicación agresiva entre los gorriones macho.