El exoesqueleto repite la forma del pie humano y se coloca en los lados del costado. Las piernas robóticas empiezan a funcionar cuando reciben impulsos de los músculos humanos. El aparato funciona con baterías.
Según los expertos japoneses, el exoesqueleto se corresponde plenamente con las normas internacionales de seguridad para los dispositivos personales robóticos. Precisamente por eso el dispositivo recibió la certificación internacional de calidad, elaborada por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO).
"Este es otro paso adelante para Japón en el campo de la industria robótica. Con este exoesqueleto enviamos un mensaje al mundo: los robots son la tecnología del futuro. Cabe destacar que este dispositivo japonés fue el primero en el mundo en recibir la certificación internacional", dijeron en un comunicado los desarrolladores del HAL.
El dispositivo se desarrolló en la empresa Cyberdyne, que antes presentó el dispositivo robótico, como la mano electrónica que es una prótesis multifuncional. Además diseñó un traje robótico, que también se denomina Hybrid Assistive Limb, para trabajar en condiciones de alta radiación durante accidentes nucleares.