Hotel cósmico solucionará el problema del desempleo espacial
La compañía aeronáutica estadounidense Bigelow Aerospace anunció la búsqueda permanente de especialistas con experiencia en la órbita planetaria . Previendo despidos masivos en la NASA, la compañía privada está decidida a prestarles la oportunidad de encontrar un trabajo en los llamados hoteles espaciales que planea desarrollar en la órbita terrestre desde el año 2015.
Varios centenares de médicos, pilotos, oficiales de seguridad, ingenieros eléctricos, especialistas de carga útil y otros equipos, serán empleados en un proyecto basado en la tecnología de construcciones inflables, la misma que los ingenieros de la NASA desarrollaban en la década de 1990 para usarse en el programa de exploración a Marte.
No se menciona en el anuncio el nivel de remuneración para los empleados, cuyos deberes incluirán hasta caminatas espaciales. Los que pretenden ocupar cualquier puesto de la lista publicada en el sitio corporativo de Bigelow deben tener como mínimo una experiencia corta de vuelo en una nave espacial. Además, los aspirantes deberán graduarse de algún curso preparatorio según los programas existentes en cada país que los desarrollen. Con estas exigencias se otorgará una buena oportunidad a astronautas del extranjero y no solo norteamericanos.
Bigelow ya para 2012 planea llevar a la órbita terrestre un módulo nombrado Sundancer, básico para empezar a construir un "hotel". Sobre él la compañía iniciará la construcción de varias plantas, con paseos, habitaciones y camarotes de servicio, compuestas de módulos similares que deberán acoplarse e inflarse uno tras otro.
Dos mini modelos experimentales que pueden considerarse como precursores de la futura estación, el Génesis I y Génesis II, ya están en el espacio orbital. Fueron lanzaron en 2006 y 2007 a través de cohetes portadores rusos Dnepr, desde el cosmódromo militar Yasny, ubicado en la provincia rusa de Oremburgo.
Las misiones de vuelo hacia "la última frontera" según pronosticaron en Bigelow, incluirían una corta estancia a bordo de un hotel cósmico para los equipos en espera de su nave. Para los turistas espaciales la estación neumática prestará refugio a un precio inicial de un millón de dólares, con posibles descuentos en el futuro cuando el número de turistas cubra los gastos de mantenimiento.