Cabe destacar que con el Urbee 2 los ingenieros redujeron mucho el período de producción: si la experiencia anterior les costó casi un año, esta vez tardaron 3,5 meses en fabricar este modelo.
Para producir el plástico, los diseñadores recurrieron al modelado por deposición fundida. Un filamento plástico que inicialmente se almacena en rollos se introduce en una boquilla que se encuentra por encima de la temperatura de fusión del material y puede desplazarse en tres ejes controlada electrónicamente. El termoplástico es fundido y depositado por la boquilla en capas del grosor requerido. Los hilos del plástico solidifican inmediatamente después de salir de la boquilla. Las trayectorias que la boquilla deberá seguir para depositar el material se calculan y se controlan por un programa informático especial. La impresora rociará con el plástico fundido, capa a capa, hasta conformar la pieza por completo.
La técnica del modelado por deposición fundida les permitió a los ingenieros añadir más grosor y más rigidez a partes específicas, lo que reforzó la resistencia y la seguridad del Urbee 2, igualándolo a sus rivales convencionales hechos de acero. Al mismo tiempo, el auto sigue siendo mucho más ligero que cualquier análogo suyo: no supera la media tonelada, lo que, a su vez, permite recorrer distancias más largas con menos combustible.
El auto está equipado con dos motores: uno eléctrico de 36 voltios y otro de diésel. Detallan que el de diésel será necesario solo para ir en autopistas muy concurridas, para no impedir el tráfico general. Por el momento, la velocidad máxima del coche 3D es de 65 kilómetros por hora. Lo que falta ahora son más pruebas de choque. Por el momento, Kor Ecologic no ha dado un posible precio de venta del auto.
Vídeo del primer prototipo, el Urbee 1, cuyo coste de producción fue 50.000 dólares.