"Las nuevas fantásticas capacidades y los avances en la tecnología de las sondas de Van Allen han permitido a los científicos observar con un detalle sin precedentes cómo los cinturones de radiación se llenan de partículas cargadas, y proporcionarán información sobre lo que les lleva a cambiar y cómo estos procesos afectan la parte alta de la atmósfera de la Tierra", dijo John Grunsfeld, administrador asociado de la NASA para la ciencia en Washington.
Los cinturones, bautizados en honor de su descubridor, James van Allen, son unas regiones críticas para la sociedad moderna, que depende de las tecnologías espaciales. Los cinturones de Van Allen se ven afectados por las tormentas solares y el clima espacial y pueden crecer drásticamente. Cuando esto ocurre, pueden representar peligros para las comunicaciones y los satélites GPS, así como para los seres humanos en el espacio.
Este descubrimiento demuestra la naturaleza dinámica y variable de los cinturones de radiación y mejora la comprensión de cómo responden a la actividad solar. Las observaciones anteriores de los cinturones han documentado dos regiones distintas de radiación atrapada que rodea nuestro planeta.