En su conferencia a inicios de esta semana, Tito puntualizó que los primeros viajeros marcianos deberían ser un matrimonio, además en una edad no fértil ya que es muy probable que la fuerte radiación a la que se someterán durante el vuelo perjudicará sus funciones reproductivas. Ahora uno de los especialistas que está trabajando en el proyecto, Taber MacCallum, detalló cómo los ingenieros espaciales intentarán reducir los riesgos.
Para crear una capa protectora, reforzarán las paredes de la futura nave con bolsas llenas de alimentos, agua potable y los residuos de la digestión de los astronautas, tanto líquidos como sólidos. Los residuos serán procesados luego para transformarse en agua y compensar los recursos que se irán consumiendo, una práctica convencional para los vuelos espaciales de larga duración. Según la idea que promueve MacCallum, a pesar de que el agua y los alimentos servirán para protegerse de la radiación, no será peligroso para los astronautas consumirlos luego, ya que reflejarán la radiación, sin absorberla.
"El agua protege mejor que los metales. Son núcleos de átomos los que bloquean los rayos cósmicos. Las moléculas de agua consisten de tres átomos pequeños, con lo cual contienen más núcleos por unidad que un metal", comentó a su vez Marco Durante, de la Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania), según recoge la revista New Scientist.
La tecnología llamada 'Water Walls' (literalmente, 'paredes de agua') prevé la creación de una capa protectora líquida de unos 40 centímetros de grosor. Funcionará a partir de sacos especiales de polietileno que usarán la ósmosis (un fenómeno físico relacionado con el comportamiento de un sólido como soluto de una solución ante una membrana semipermeable para el solvente, pero no para los solutos; tal comportamiento entraña una difusión simple a través de la membrana, sin gasto de energía) para obtener agua potable de la orina y los excrementos.
Cabe mencionar que actualmente las bolsas todavía están en la etapa de pruebas. Su funcionamiento lo analizaron durante el último vuelo del último transbordador estadounidense y resultó que en condiciones de microgravedad, su eficiencia es un 50% menos que en la Tierra. Aparte de la 'Water Walls', la futura nave espacial tendrá una capa externa de aluminio como protección extra.